Además de sus virtudes alimenticias y gastronómicas, el huevo ha sido símbolo de fecundidad. La idea de que el mundo se creó a partir de un huevo fue compartida por celtas, griegos, egipcios, fenicios, tibetanos, indios, chinos, vamos por todo Dios, menos por Dios que dice que fue él.
Los griegos consumían huevos de oca, de pata y de pintada. Hoy en día es un alimento fundamental, es barato, se conserva muy bien y es un delicioso manjar. En la clara del huevo se encuentran las proteínas y en la yema las grasas y las vitaminas A, B, D y E.
Los huevos frescos deben de ir marcados con un código en su cascara. El primer dígito nos dice la forma de cría, el 0 para huevos ecológicos, el 1 para huevos de gallinas camperas, el 2 para las gallinas criadas en el suelo y el 3 para gallinas criadas en jaulas. Ojo, son distintos, el sabor y la textura.. En el código los dos dígitos siguientes son el estado de la UE, el resto de números son los códigos de las granjas, también debe de figurar la fecha de consumo y la categoría por peso. Xl 73 g, L 63/73 g, M 53/63 g y S menos de 53. El tamaño importa pero no tanto, es debido a la raza de gallina, pero hay un problema las razas grandes comen más y son más caros. Otra detalle de razas, las gallinas de pluma oscura ponen huevos oscuros y las gallinas de pluma blanca, ponen huevos blancos. Eso de que los huevos camperos son morenos, nada de nada. y con el color cuidado, nos acostumbraron a que es mejor y mas sano el huevo muy amarillo, casi rojo, pues cuidado porque probablemente ese huevos tenga colorantes.
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