Te va a hacer falta un recipiente, bonito,
con tapa y que admita el calor.
Y unas piedra (Cantos rodados).
Calienta mucho las piedras en un recipiente
al fuego o al horno.
En una sarten con un poco de aceite pon un
poco de ajo en laminas. Pasa un poco la
cigala. retírala del fuego y limpia la.
Pon en el recipiente las piedras calientes, pon
la cigala encima.
Cuando estés en la mesa añade un chorro de
vino amontillado, cierra y sirve.
El comensal al abrir el recipiente, recibe el vapor,
del vino y de la cigala. magnifico.
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